El programa propuesto permite plantear una clara diferenciación entre zona de servicios y zona  de interpretación, así como distinguir claramente la vivienda del encargado del centro, tanto en volumen  como en planta y accesos. Se parte de la idea de dividir claramente los dos volúmenes mediante el organizador central lineal. El primero ocupa la zona de interpretación y sala de audiovisuales y el segundo, de dos alturas, integra la zona de servicios varios en planta baja y la vivienda en planta primera. 

Un gran muro de mampostería inclinado y totalmente exento que se prolonga en sus extremos,  remata la fachada este y dota de vigor y expresividad al conjunto del edificio y es la primera imagen que recibe en sus retinas cualquier viajero que hoya estos parajes. La liviandad que ofrece la gran cubierta, que parece flotar sobre el mencionado muro, se consigue al hacer que pase por encima del mismo sin tocarlo, interponiendo entre ambos una mínima franja de vidrio que permite que la luz se filtre y añada una ligera transparencia.    

Interiormente se resuelve el gran volumen de la sala de interpretación siguiendo la pendiente de la cubierta como un solo gran plano inclinado que deja pasar la luz cenital al distribuidor lineal y va perdiendo altura a medida que la sala se hace más amplia y viceversa en el sentido opuesto, hacia el estrado de la sala de proyecciones.

​